Un ángel me ha contado, que hace
mucho tiempo atrás había una joven que paseaba por el bosque.
Sin darse cuenta se alejó mucho
de su casa y se perdió. Por fortuna o por desgracia, se encontró a un joven que
buscaba leña para el fuego que calentaría esa noche que ya caía y prometía ser
muy fría.
Se toparon frente a frente y sus
ojos se encontraron naufragando en el instante. No dijeron palabra solo se
miraban. La tomó de la mano y como si se conocieran de siempre se besaron.
Con una sonrisa en sus labios, el
joven la llevó a su casa y desde esa noche empieza un amor como nunca visto,
mágico y sufrido.
Los jóvenes se encontraban todos
los días y mientras más se amaban, las flores mas hermosas crecían. Se vieron
florecer especies raras, nunca antes vistas.
Pero a este amor que nunca se
había visto de tal magnitud, un mago que andaba cerca cuando los jóvenes se
estaban amando, miro que a su alrededor crecían flores. Se dijo el mago así
mismo: "Amor tan grande jamás mis ojos han visto, a prueba los pondré y si
se reconociesen aun después de mi conjuro, les regalaré todas sus próximas
vidas juntos".
A la mañana siguiente, ella
estaba convertida en una pequeña hadita.
Y el joven, fue a buscarla como
todos los días.
Ella muy triste lo esperaba
posada en una extraña rosa azul, pensando en como su amado la reconocería.
El va al lugar de siempre
buscando a su amor, no la logra ver, pero siente el aroma de su mujer. Entonces
notó la extraña y hermosa rosa azul. Y llegó a ver al hada que esperaba
sentada. El la reconoció y la tomó en su mano y quedaron como en el principio,
solo mirándose a los ojos.
El mago aun incrédulo, quedó
sorprendido al ver que se reconociesen, pensó: parece que lo hice muy fácil,
pero mi palabra cumpliré, se acompañaran vida tras vida, mientras pasen las
pruebas.
Surgieron muchas vidas juntos y
cada vez eran sus pruebas más y más fuertes, pero el mago no lograba aceptar un
amor tan grande, así que cada vez era más difícil pero siempre se encontraban.
Antes de la última que tiene
ahora, el mago los había separado de tal manera que pareciese imposible el que
se pudiesen encontrar. Se encontraban cada uno en lugares muy lejanos en el
mundo.
La distancia no pudo tampoco con
ese amor y se volvieron a encontrar para seguir su historia sin final.
Me ha contado el ángel, que ahora
guarda de sus sueños y utiliza la brisa para darle caricias. Duerme a su lado
todas las noches y él le pide que nunca lo abandone.
Están condenados a sufrir por
amor, pero no les importa, pues la recompensa es buena.
Aprendió que el amor verdadero no
tiene límites ni barreras, mas no hay nadie que lo detenga.
Se siente dichosa de que se
pudieron reconocer y poder vivir el amor verdadero.
Ahora es el ángel de ese joven,
el siente su presencia y mientras el duerme, ella le toma de la mano lo saca a
su mundo y danzan en las nubes.
Un día me protegiste y me
devolviste el camino a mi hogar. Hoy cuido de tus pasos y tus sueños.
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